Artesano de Cuilápam de Guerrero
Son artesanos de tercera generación, continuando con el legado familiar iniciado por su abuelo, al igual que su padre, ambos llamados Leandro Vásquez, la tradición comenzó cuando los frailes dominicos llegaron a la región, enseñando diversas artes y oficios, entre ellos la creación de manillas para la Danza de la Pluma. Desde pequeño, él aprendió el oficio bajo la guía de su padre, y años más tarde, al casarse, retomó esta labor por sugerencia de su esposa, ella, interesada en el arte, también aprendió a realizar estas piezas, y juntos se complementan en la creación de estas artesanías, preservando y enriqueciendo el patrimonio cultural de su comunidad.